Una caja creada para quienes disfrutan de los momentos pausados, donde cada sorbo cuenta una historia.
El Whisky Johnnie Walker Black Label, con su equilibrio entre notas ahumadas y dulces, invita a una experiencia profunda y elegante, ideal para compartir o disfrutar en silencio.
Dos vasos de whisky acompañan el ritual con su peso y transparencia, reflejando la sobriedad del instante.
Tres frascos medianos con frutos secos completan la experiencia, aportando textura y calidez al encuentro.
Todo dispuesto en un cajón de madera color negro, símbolo de sofisticación y carácter.
Un presente pensado para quienes celebran desde la calma, con la fuerza y elegancia de lo clásico.

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